Pierre Valls

Joyero 2000
Madera caoba, accesorios (plata, oro, madera, papel, metal)
10 x 22 x 15,50 cm
México 2017

Chinga tu sueño americano
Impresión offset blanco
50 x 35 cm c/u
2017

2000: El mercado de la muerte
Video, color
08:55 minutos
2017

Este proyecto gira en torno a la especulación que se genera en torno, en la inmigración, tratas de personas y al mercado de los productos culturales en el circuito del arte.

En el Occidente de México, específicamente cerca de la ciudad de México, existe un pueblo llamado Ecatepec. Su territorio se ve atravesado por la ruta del ferrocarril “La Bestia”, transporte conocido por todos, ya que es el medio por el que viajan muchos de los inmigrantes de América central que quieren ingresar a territorio estadounidense de manera ilegal. En este sentido la connotación simbólica y contexto que rodea toda esta situación de tráfico y circulación de inmigrantes -que ante todo es trágica- se convierte en el epicentro de este proyecto.

El Proyecto 2000 consiste en una serie de aproximaciones literales y otras formales, donde se evidencia de manera directa la situación mercantil en la que no sólo intervienen productos y objetos sino también sujetos. La manera en que me aproximo es mediante el hecho de la sustracción y asalto de la que son víctimas los migrantes que viajan en este recorrido del horror, estas personas se ven sometidas a múltiples extorsiones donde los “delincuentes” y sujetos que manejan el negocio de este tráfico de personas, les roban, sustraen y extraen todo tipo de bien que los pasajeros lleven, tanto joyas, dinero, bienes personales, reliquias, etc. Posteriormente estos traficantes negocian con los bienes sustraídos.

Este proyecto es una aproximación formal que inicia en este punto, ya que como algo que no es secreto para nadie, se sabe dónde estos sujetos venden estas mercancías robadas, así que de esta manera y para mantenerme seguro, grabé con una cámara oculta el intercambio y transacción que se llevó a cabo cuando yo compré bienes robados de los migrantes, esto por un valor de $2000 pesos moneda mexicana, posteriormente especulado (plus valía) y vendido en el contexto del arte como producto cultural (joyero) a un precio de $2000 dólares. Esto a modo de evidencia de la mercantilización de la muerte tanto a nivel simbólico como económico. Desde la partida de su país de origen, el inmigrante es concebido como mercancía y por lo tanto generador de una economía paralela.