Julio Botella

Julio Botella (Madrid, 1964) es un escritor y artista plástico español. Su obra se desarrolla entre España y Colombia. Ha expuesto de forma individual en las galerías colombianas SN Macarena (2020), Mmaison(2021) y en Casa Cultural Lolita (2022) de Bogotá, y en España, en José Rincón (2021), Veraltia (2023) y La Factoría de Papel (2024), de Madrid. Las dos primeras, comisariadas por Nicolás Gómez, director del MAC de Lima, Perú y Caridad Botella. Ha participado en colectivas en las mismas galerías. En 2021 y 2022 fue seleccionado por el Premio de Grabado de Calcografía Nacional (España) para las exposiciones colectivas de dicho Premio, en La Casa de la Moneda (2021) y RABASF (2022), Madrid. En 2022 participó en la exposición colectiva de grabado de la Fundación Pons, Madrid. Su obra se puede encontrar en colecciones de España, Estados Unidos y Colombia. Como escritor, ha publicado «Huéspedes» (Ed. Deconatus, 2021), finalista del Premio Setenil 2021 al mejor libro de relatos publicado en España. Actualmente escribe su nuevo libro, para el que en 2022 ha realizado una investigación en la Amazonía colombiana, apoyada por el Ministerio de Cultura de España, la Universidad de el Bosque, de Bogotá, y la Fundación Gaia Amazonas.

Neurodimensión


Rotulador acrílico sobre papel.
156 x 106 cm

© Casa Hoffmann 2024


Neurodimensión reúne los aspectos que caracterizan el trabajo del autor. Es parte de una auto-terapia en la que, a través de la generación de imágenes elaboradas con miles de puntos, produce las substancias cerebrales que le aportan el sosiego que su tensión mental reclama y que no consigue por otras vías. Abandonado a la ejecución de esta tarea, repite y altera maniáticamente formas y patrones. La excusa, imágenes pareidólicamente abiertas con referencias visuales, donde el espectador tiene tanto que decir como él, en una terapia colectiva. Al igual que en casi todo su trabajo, usa aquí materiales y soportes casi infantiles, como, los lápices, acuarelas, rotuladores, ceras y papel, sin más, reforzando esa autenticidad irracional “brut” que le impulsa. Presenta así mismo esta obra como un trofeo que se trae desde el trance obsesivo en el que se embarca cada vez que pinta, un souvenir del otro lado de la frontera invisible del (sin) sentido, una pieza capturada en una caza irracional de-no-se-sabe-qué, y que muestra aquí con la esperanza de compartir con el espectador la íntima paradoja de la existencia, los vínculos de la común alienación, e invitarle a escuchar la voz de su propio misterio.