OBSESIÓN reúne el trabajo de un grupo de artistas convocados bajo un denominador común: el desarrollo de una práctica artística en la que encontramos la reiteración, la repetición, la insistencia y el ritmo, una meticulosa metodología y una recurrencia temática desarrollada a lo largo del tiempo. Salen a la superficie sinónimos como manía, neura o fijación; encontramos patrones de forma y color repetidos, alternados y combinados, imágenes reproducidas hasta la saciedad que habitan la mente del/la artista y que deben encontrar su camino hacia la superficie, temas que han sido abordados desde los inicios de una trayectoria y que no parecen ceder ante el paso del tiempo, intensidad en el énfasis de formas que pueden llegar a tener un carácter juguetón, pero que son vitales para el sujeto que las realiza. Surgen preguntas acerca de la temporalidad y la resistencia; nos atrae la repetición modular, el compromiso, la meticulosidad, la vehemencia llevada a sus últimas consecuencias.
La exposición colectiva APUNTE busca trazar líneas de fuga entre los planos de las artes visuales, la cultura popular, las expresiones culturales idiosincráticas, y la realidad de un país que transita en el filo de la tragicomedia. Busca entender en qué lugares y de qué manera emerge el humor, ¿se trata acaso de un mecanismo de defensa ante la realidad avasalladora?, o será una máquina de guerra, un caballo de Troya que contiene una fuerte potencialidad de rebeldía y en última instancia, de transformación.
En el campo de las artes visuales, la entrada del humor se siente a veces como una suerte de contaminación conceptual del espectador, un pequeño germen de algo incómodo, algo que no debería estar allí y que desentona en el supuesto “cubo blanco”. Esperamos ahondar en los esquemas propios de esta “contaminación”, superponer y acercar otras prácticas conceptuales colindantes con el arte contemporáneo, y encontrar el espacio común de la picardía, celebrar la figura contracultural del prankster, y tal vez lograr descolocar alguno de tantos preconcebidos sobre lo que es y lo que no es “arte” en el proceso.
LOUTEK es una investigación realizada por Casa Hoffmann, que reúne las obras de 23 artistas que se adentran en la exploración de las Bajas Tecnologías. Las características contrastantes de las propuestas que conforman esta muestra enfatizan la diversidad de acercamientos e intenciones que cohabitan al interior de esta corriente, propiciando una conversación entre objetos y objetivos disímiles. Las Bajas Tecnologías suponen un intercambio de saberes que se nutren de múltiples mentalidades, con el propósito de discutir las problemáticas sociales, ambientales y filosóficas propias de las estructuras que en la actualidad rigen el uso del entorno natural, la innovación, la producción, el consumo, el desecho.
POST NATURE plantea escenarios y ecosistemas posibles, conformados por sueños digitales y quimeras que se debaten entre la vida orgánica y la vida artificial, entre el pensamiento humano y la lógica computacional: lo que las máquinas han aprendido a aprender de nosotros. Los nuevos mundos alejados del antropocentrismo.
El artista Miguel Kuan se ha interesado por investigar las posibilidades plásticas y sonoras ofrecidas por objetos y mecanismos recuperados. Su trabajo explora la corriente LOW-TECH (bajas tecnologías), llevando a cabo un proceso de recolección y reutilización de materiales tales como plásticos, dispositivos obsoletos, chatarra electrónica y saturaciones de sonido o video. A lo largo de su proyecto CÚMULOS, Kuan ha elaborado instalaciones multimedia y ensamblajes electromecánicos con el fin de abordar críticamente las transformaciones del medio ambiente en el contexto de su alteración y afectación por cuenta de la agroindustria. Una relectura del paisaje en tanto entorno natural cambiante, cuestionando la idea de naturalidad y ampliando su significado a uno que cobije a la ruina disonante y mutable.
La reactivación de artefactos obsoletos es para la artista un gesto de resistencia a las órdenes del progreso, una desobediencia al implacable tiempo del desarrollo. En la decadencia y muerte de la chatarra, Falon Cañón propone nuevos designios en el flujo de la electricidad que redescubre y recupera.
Herrera invoca el mismo proceso, trabajando la imagen capturada posteriormente, no con la intención de ‘mejorarla’, sino con el propósito de aprovechar al máximo sus capacidades expresivas, sin ‘traicionar’ -por así decirlo-, la azarosa calidad del original. Para el fotógrafo, como para los pintores, hacer un paisaje es un ejercicio creativo que opera entre lo capturado (el boceto del pintor, la captura del instante del fotógrafo); lo recordado (la impresión subjetiva guardada en la mente y que constituye lo que podría calificarse como ‘lo extra fotográfico’ -el frío de la madrugada, el olor del campo, el trino de los pájaros al amanecer-) y lo deseado (el resultado que se moldea en la intimidad del estudio).
Las fotografías de Katy Beltrán hacen una sorprendente aparición en medio de la fotografía colombiana actual. Justo ahora, cuando las tecnologías digitales han perfeccionado la técnica al punto de que es casi imposible cometer errores, o que los errores son programados -por filtros que rasgan, decoloran, granulan la imagen-, Beltrán ha regresado al cuarto oscuro con el fin de revivir el arcaico revelado analógico y los procedimientos surrealistas de la asociación libre, el objeto encontrado y las cualidades mágicas e irreales de la imagen solarizada.
DECHADO comparte los trabajos de un grupo variado de artistas que hacen uso del bordado como parte de su proceso, ya sea constante u ocasionalmente, contribuyendo a la construcción de un lenguaje artístico que permite reflexionar alrededor de la práctica misma del bordado contemporáneo como acto de resistencia y de expresión que oscila entre lo gestual, lo manual, lo íntimo, lo social y lo tecnológico. Cada uno de los artistas participantes contribuye a plantear un uso del bordado que conduce a distintos conceptos, como el poder chamánico de la aguja, la construcción de las identidades femenina y masculina, el trabajo colectivo, la naturaleza, el poder conductor de los hilos o la búsqueda de soportes no tradicionales dentro de la práctica artística misma. Teniendo en cuenta la variedad misma de las obras y el carácter antológico de la curaduría, esta muestra constituye un punto de partida a partir del cual podremos identificar tendencias, temas y formas de expresión; de ese modo, DECHADO alude a los muestrarios elaborados en las labores del hilo y la aguja.
VIDEOKINESIS se propone examinar formulaciones de carácter artístico que han surgido a partir de procesos de creación transdisciplinar. Las reflexiones que han conducido a estas propuestas han surgido de la investigación sobre los potenciales de los cuerpos en escena y/o en movimiento. De este modo, las obras seleccionadas se configuran como artefactos que constituyen experiencias de indagación sobre las disposiciones estéticas y plásticas que pueden adquirir los medios en los que los artistas participantes trabajan habitualmente, concibiendo así obras de carácter transversal, y dando cuenta de la diversidad y versatilidad de estos recursos en el campo artístico contemporáneo.
TREMOR recoge el trabajo reciente de Sandra Rengifo, en el que reflexiona en torno a la pintura, el noema cinematográfico y el video experimental. A lo largo de esta muestra se teje una suerte de «neoromanticismo sintético», que abarca las premisas del existencialismo, el devenir de lo cotidiano, la revisita del pasado, y el habitar el presente: cuerpos que cargan, cuerpos enfermos, cuerpos que cuidan, cuerpos que padecen la inclemencia. En las obras seleccionadas para esta exhibición se explora la permanencia del flujo del tiempo y la direccionalidad de la materialidad como medio que evidencia dicho flujo a través de su inserción en el video y de la referencialidad matérica de los cuerpos, los paisajes y los espacios visibles en las elaboraciones audiovisuales llevadas a cabo por Rengifo.
ARTIFACTS es un proyecto curado por las investigadoras Barbara Krulik (NED) y Mildred Durán (COL) que se articula alrededor de la ubicuidad de la información y los datos, y la relación entre la sociedad y la data en el mundo contemporáneo. Haciendo uso de diferentes formatos, volúmenes y metodologías de recolección de cifras, datos y métricas, los 25 artistas nacionales e internacionales expuestos se acercan a las problemáticas planteadas por la inagotable circulación de información en la actualidad desde una perspectiva que cuestiona su utilización por parte del estado para controlar, regular o disciplinar a la sociedad, al tiempo que examinan su relación con el cuerpo social e individual.
INCISO convoca distintos gestos creativos que involucran al collage (desde las técnicas más tradicionales hasta las digitales) y los presenta en un conjunto de múltiples temáticas que reflexionan sobre el cuerpo, la sexualidad, la vida cotidiana y privada, el patrimonio inmaterial, la cultura popular, la política y lo esotérico, entre otras. El acto de descontextualizar las imágenes y mostrarlas como testimonio históricamente contingente aparece en múltiples modalidades a lo largo de la historia de la modernidad: desde la desnaturalización del medio de la pintura al óleo por parte del collage, hasta la insistente cavilación del ready-made sobre el carácter social y convencional de la naturaleza del arte.
CÍBER ERA es una exhibición colectiva e instalación inmersiva que narra la extinción de la humanidad y el surgimiento de un nuevo período dominado por la Inteligencia Artificial en la historia geológica de la Tierra. A lo largo de tres movimientos, Extinción, Génesis y Tecnotrópico, se desarrolla durante el tardío siglo XXI, en el ocaso del Antropoceno. Su narrativa da cuenta de una extinción masiva similar a la Gran Mortandad acontecida hace aproximadamente 250 millones de años, al final del Pérmico. El calentamiento global ha desatado cataclismos meteorológicos extremos y la concentración de oxígeno en la atmósfera ha disminuido, provocando la desaparición de las especies de la faz de la Tierra, entre ellas la humana.
LUCIFERINAS convoca obras que ofrecen imágenes que vinculan la capacidad metafórica de la luz y el fuego para para hacer visibles desde diferentes perspectivas, heterogéneas y apremiantes situaciones que demandan nuestra atención como ciudadanos. Asimismo, obras que nos invitan a ver lo no manifiesto, a no perder la capacidad de asombro, a percatarnos de la siempre latente posibilidad de transformación o creación. La luz se ha usado frecuentemente como alegoría del conocimiento – enfrentarse a la hoguera fue necesario para ver la realidad y no solo las sombras. Hay una potencia transformadora en este elemento, considerado sagrado para muchas culturas, símbolo de fuerza o purificación.
Círculo y cuadrado es una cita al movimiento fundado por Torres-García en la década del 30. La dicotomía propuesta es certera, se trata de las dos únicas figuras geométricas que existen, de hecho, solo existe un círculo y un cuadrado, que vemos de lejos o de cerca. Y, sin embargo, su oposición es clara, el círculo, el 1, ya estaba inventado cuando nosotros llegamos al mundo –las gotas cayendo en el lago se encargan de declararlo–, mientras el cuadrado, el 4, es nuestra única contribución al universo, por eso nuestra vida gira en su homenaje, basta mirar el piso en donde sus pies se asientan y los lienzos que se extienden por la sala.
TRANSVERSAL llama a un despertar de la creatividad por medio de la exploración sistemática del trabajo de artistas que utilizan diversos soportes tecnológicos. Más allá de interesarse en lo científico o en la tecnología en sí, lo que resulta esencial en esta exposición son los cruces entre poética, ciencia y fenomenología, el encuentro entre lo perceptual y lo filosófico, más allá de lo puramente técnico. En esta punta del iceberg no solo se da cuenta de la experiencia que Casa Hoffmann acumula en sus seis años de historia, también de los intereses y la ética creativa del panorama contemporáneo colombiano.
El advenimiento de Internet y la sociedad de la información han supuesto un antes y un después en la percepción del mundo y en nuestras formas de relación. Este punto de inflexión, comparable con la aparición de la imprenta, la imagen fotográfica o la televisión, nos sitúa en un intervalo entre la postmodernidad de los medios masivos de comunicación de segunda mitad del siglo XX y un futuro incierto, cimentado en paquetes de datos bajo la tutela del crecimiento tecnológico exponencial. También es un intervalo el que habita entre el plano físico, analógico, material y el virtual, digital e intangible de lo real. Si bien su coexistencia tiende cada vez mas a la mutua contaminación, la permanente relocalización del límite entre ambos abre un espacio para la reflexión sobre el impacto de este proceso, sobre los imaginarios que instaura y que a su vez lo posibilitan.