Canto Rodado | Leonel Vásquez | Casa Hoffmann | 28/11 – 13/12 – 13/01 – 07/02
Por Arte Al Límite | Arte Al Límite | 03 dic. 2019
Canto Rodado permite atravesar el cristal del tiempo, reflejar y contrastar con sonidos los ciclos de las rocas, del agua y el tiempo de humanos. La piedra estuvo antes y estará después. El agua no desaparece se transforma, la música de estas rocas ha estado allí y permanecerá. No tendremos la misma suerte de la piedra, del agua y su música. Quizás este sea el mensaje.
Arte Al Límite
Canto Rodado, del artista Leonel Vásquez, es una investigación de campo que, por un lado, manifiesta un interés científico hidrogeológico en las dinámicas hídricas, las formaciones geológicas, sedimentarias y de erosión, así como los impactos antrópicos en el paisaje y, por otro lado, lo poético artístico, hacia las maneras de ser, hacer, y hablar del río en las rocas, una búsqueda desde los medios creativos, como la luthería experimental, para encontrar sus voces, sus tiempos, los acontecimientos, la velocidad en la que el río labró sus historias. Leonel Vásquez, artista colombiano (MFA), recibió la “Beca de Creación para Artistas de Trayectoria Intermedia” del Ministerio de Cultura de Colombia (2019) para realizar este proyecto.
Volví al río seco y recogí una piedra. Sentí el silencio del río en la roca, miré detalladamente, y su forma redondeada llena de cicatrices me permitió resonar con su historia labrada en el tiempo. Así nació la idea de sacarle la voz a las piedras.
Leonel Vásquez
Canto rodado es la anamnesis de un río armada por distintos afluentes de Colombia, arranca desde la parte alta de las montañas en el “origen naciente en las rocas” en Río Claro, la reserva natural y patrimonio geológico colombiano, ubicada al sur de Antioquia; baja hacia el Río Chenche (Tolima) “un río que ahogó su pasado”; avanza por el “río negro de espumas blancas”, donde el lecho se carga de cadmio, plomo, metales pesados y materia orgánica al paso por Bogotá; en seguida donde “le sacaron la piedra al río” en Saldaña, Tolima, y al final nos volvemos a encontrar el Arroyo Aguas Blancas, gregario del Río Ranchería y donde se originó este proyecto, un río que se le saco el agua con la promesa del desarrollo responsable de la minería y hoy es solo “un rio de piedras secas.”
La investigación de campo estuvo guiada en dos direcciones paralelas, un interés científico hidrogeológico en las dinámicas hídricas, las formaciones geológicas, sedimentarias y de erosión, así como los impactos antrópicos en el paisaje y por otro lado lo poético artístico, hacia las maneras de ser, hacer, y hablar del río en las rocas, una búsqueda desde los medios creativos, como la luthería experimental, para encontrar sus voces, sus tiempos, los acontecimientos, la velocidad en la que el río labró sus historias.
Canto Rodado permite atravesar el cristal del tiempo, reflejar y contrastar con sonidos los ciclos de las rocas, del agua y el tiempo de humanos. La piedra estuvo antes y estará después. El agua no desaparece se transforma, la música de estas rocas ha estado allí y permanecerá. No tendremos la misma suerte de la piedra, del agua y su música. Quizás este sea el mensaje.