Claudia González Godoy
Claudia González Godoy (Chile, 1983) es artista medial independiente y gestora de proyectos educativos en arte y tecnología. Su obra se centra en la noción de materialidad de soportes tecnológicos tanto analógicos como digitales, así como en el comportamiento de los materiales en el tiempo y su manifestación en la dimensión del sonido. A lo largo de su carrera, ha explorado las relaciones entre arte, ciencia, naturaleza y tecnología, tanto en su labor como artista y docente. Desarrollando metodologías de trabajo, investigación y producción centradas en el agua, los ríos y la tierra. A partir de allí, vincula el objeto tecnológico como medio para explorar sus intereses en la ecología al experimentar con materias minerales, orgánicas, electrónica y sonido para propiciar experiencias de colaboración interdisciplinaria entre la arquitectura, el arte y las humanidades ambientales.
Su obra forma parte de colecciones nacionales e internacionales de instituciones como el MINCAP Chile, ifa Gallery y ZKM Karlsruhe en Alemania. Claudia ha participado en diversos encuentros, exposiciones, festivales y bienales internacionales, como en ZKM, ifa Gallery, Bienal de Artes Mediales, Tsonami, FILE (Brasil), LIWOLI (Austria), SOL (España), EEII (Croacia), Sudex (Argentina), y ha dictado talleres y charlas sobre Arte, Open Hardware, experimentación electrónica y Cultura DIY.
Claudia González trabaja como artista independiente, recientemente se desempeñó como Coordinadora de la unidad de Anilla del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile y actualmente es Coordinadora del área de oficios gráficos del Museo Taller.
Corriente traza
Esta obra surge de una investigación sobre el río Maule en Chile desde su nacimiento en la cordillera de los Andes hasta su desembocadura en el océano Pacífico, recorriendo sus 240 kilómetros de extensión transversal por el territorio. Para la artista seguir ese trayecto no es solo un viaje físico, sino también una forma de investigación artística que le permite preguntarse —y preguntarnos— cómo nos relacionamos con un río en términos bioculturales.
Durante este recorrido le surgieron muchas preguntas: ¿cómo se accede realmente a un río?, ¿es posible vincularse con él cuando ha sido intervenido por la industria?, ¿qué trayecto dibuja en el paisaje?, ¿qué ocurre cuando su caudal desaparece?, ¿cómo cambian sus corrientes subterráneas?, ¿cómo se transforma el entorno entre la cordillera, el valle y la costa?, ¿cómo ha cambiado el ecosistema?, ¿qué recuerdos guarda el río antes de ser alterado?, ¿cómo podemos visitar un río que hoy está contenido?
Mientras avanzaba hacia su origen, fue observando señales del impacto humano: torres de cableado aéreo que atraviesan los ecosistemas, afectan el vuelo de las aves, la vida en los caseríos y alteran incluso el campo electromagnético del lugar. Más adelante, túneles y centrales hidroeléctricas interrumpen y redirigen el flujo natural del agua, modificando las relaciones que existen entre las personas y las especies que habitan el río.
En el valle, el río queda contenido en el embalse Colbún —erróneamente llamado “lago”— que almacena 1.490 hm³ de agua. Esta energía queda regulada, se libera por medidas y por tiempos, lo que transforma su caudal hasta llegar a la playa de Constitución, donde finalmente desemboca en el mar.
De esta experiencia nace Corriente traza, una pieza audiovisual contada por las voces de mujeres que vivieron en los terrenos que hoy están bajo el agua del embalse. El montaje combina registros del paisaje del río Maule, imágenes microscópicas del agua y sus microorganismos, y dos acciones performáticas realizadas en el embalse y en la central hidroeléctrica Colbún.
La obra es el cierre de un largo proceso de investigación y creación dentro del proyecto Hidroscopia / Maule, que inicié en 2021 con el acompañamiento del equipo de Andes Residencia.