Diego Vergara
Diego Vergara es un artista plástico caucano, nacido en Popayán el 29 de septiembre de 1989. Es licenciado en Artes Plásticas por la Universidad del Cauca, título que obtuvo en 2017. Desde 2014, ha estado activo en el ámbito artístico y ha presentado su trabajo en diversas exposiciones a nivel nacional. Forma parte del colectivo Códec, un laboratorio de arte y tecnología, y del grupo de investigación en artes de la Universidad del Cauca. Actualmente, se desempeña como docente en esta misma universidad, donde imparte clases en el área de escultura.
Su producción artística explora temas como lo humano, lo artificial, lo mecánico y lo automático, utilizando medios diversos como la escultura, el video y la instalación. A través de estas prácticas, invita a la reflexión crítica sobre la decadencia de la sociedad contemporánea y la influencia de la tecnología en la vida cotidiana.
Vergara fusiona tecnologías en desuso, obsoletas o de bajo costo (Low-Tech) con una variedad de materiales, para dar forma a autómatas y máquinas híbridas. Estos objetos, a menudo rescatados de su condición de desecho, son reconfigurados mediante la incorporación de componentes mecánicos, que les otorgan una función continua, casi ritual.
La creación de sus obras es el resultado de un proceso constante de experimentación con materiales, técnicas y mecanismos. Algunas de sus piezas incorporan sistemas eléctricos complejos, mientras que otras se basan en mecanismos simples pero precisos, que proporcionan movimiento y propósito a cada una de sus construcciones, buscando animar lo inerte y dar vida a lo olvidado.
Adicionalmente, Vergara explora temas relacionados con la vida rural, abordando problemáticas como la violencia, el desplazamiento, la situación del campesinado y la guerra. Su trabajo también reflexiona sobre cuestiones existenciales, como la vida, la muerte, la enfermedad y el inframundo, creando un discurso profundamente introspectivo y socialmente comprometido.

12.7 – 7.67
Proyectiles intervenidos y electrónica
Dimensiones: 130 x 60 x 80 cm, 2024
© Casa Hoffmann 2025
«Entre las pocas pertenencias que quedaron de mi abuelo, encontré unos cartuchos de fusil de diferentes calibres que él había recogido durante varios enfrentamientos en los potreros de la finca. Estas zonas han estado en conflicto por más de cinco décadas, dejando tras de sí desplazamientos forzados, masacres y profundas cicatrices en las comunidades rurales del sur occidente y sur del Cauca, lo que ha llevado a muchos campesinos a abandonar sus tierras. Por ello, decidí crear esta pieza, alterando y resignificando estos cartuchos al transformarlos en mini proyectores que disparan imágenes a alta velocidad de campesinos de distintas edades realizando tareas del campo, como sembrar y cosechar. Así, se genera una animación con un juego de luces y sombras que captura la esencia de lo efímero de la vida, simbolizando la fragilidad, la belleza, la resistencia y el renacer de la tierra a través de la semilla como un símbolo de promesa, en contraste con la verdadera función de estos objetos de matanza.»