Margaret Mariño

Margaret Mariño (Bogotá, 1988) estudió Artes Plásticas en la Universidad Nacional de Colombia. Su obra generalmente instalativa, plantea estrategias para unir conceptos que se presumen opuestos, los cuales logra unir al pararse en la delgada línea que nace al ensamblarlos; es entonces propio de su trabajo poner en diálogo conceptos contrarios, por ejemplo, el ornamento y el vacío y moverlos entre el dibujo, la pintura y la instalación. Su opción singular es el camino de la ambigüedad, del medio, de la incertidumbre, aún del fracaso como estados de un proceso creativo que deja visible la experiencia estética. En los últimos años sus proyectos han tomado un camino más íntimo y vivencial, el concepto del ornamento continúa, pero visto desde un lado oculto y casi siniestro, prescindiendo de la belleza y de la historia arquitectónica a los que ha estado atado normalmente; camino que deja de lado la ambigüedad y se concentra en la excavación de lo ominoso, de lo siniestro, de lo sospechoso. En el año 2017 expuso el proyecto Tropel de Viejas Novedades, en la sección Artecámara de ARTBO. Proyecto que nació en el año 2016 cuando realizaba su residencia artística en Flora ARS+NATURA. En los años 2014 y 2015 fueron expuestos sus dos últimos proyectos Una habitación para la sombra en la exposición NUEVOS NOMBRES y Cruces y Cauces en el Salón de Imagen Regional 8, ambas exposiciones organizadas por el Museo de Arte del Banco de la República. Ha participado en varias exposiciones colectivas en Bogotá, como en el VI Salón de Arte Joven de la Embajada de España, en la que le fue otorgado el Primer Puesto por su obra Todo lo que no está, en el Museo de Arte Contemporáneo en la que su tesis de grado obtuvo el Primer Puesto a nivel nacional, en el Centro de Creación Contemporánea Textura, en la galería El Museo, en la Fundación Gilberto Álzate Avendaño, en el MAMU, en Flora ARS+NATURA, Casas Riegner, entre otros.

Manto


Hilos y parafina blanca.
1400 x 250 cm
Cortesía de Galería La Cometa


© Casa Hoffmann 2024


«El tejido, pensado como la acción de entrelazar conceptos y materiales ha estado siempre presente en la obra de Margaret Mariño. En su trabajo investiga los intersticios de las representaciones y las tradiciones de estas prácticas; reflexiona sobre los soportes y medios a través de los cuales se ha ejercido la enseñanza y la represión sobre las mujeres; y observa las líneas que se anudan con otras para formar los tejidos culturales y sociales que nos soportan. La artista mira con sospecha la belleza aparente y la sofisticación del ornamento, e intenta habitar los espacios de unión y los vacíos plenos de significado que encuentra en estos sistemas desde una exploración sensible e íntima de los materiales. En Sospecha, las rupturas de las rejas del colegio católico León XIII y sus memorias son reparadas con entrelazamientos de óleo; la pedagogía es cuestionada y atravesada por cuatro mil agujas; la materia orgánica se convierte en un manto que ondea en la sala; y aparecen pinturas tejidas y redes hechas de pelo de perro o cables de cobre, muestra de la ambigüedad que se hace objeto y gesto plástico.»

Texto original de Ana Cárdenas.