Santiago Díaz Escamilla
A mediados del 2018, el artista estaba adelantando un proceso de investigación que estaba enfocado en reflexionar en torno al Sol, lo que lo llevó a realizar una estancia en la selva amazónica brasileña. Allí, comprendió que debido a la densidad de la vegetación, la luz solar que logra filtrarse hasta alcanzar el suelo lo hace entre el 1 y 2 % de las veces. Durante sus caminatas Díaz Escamilla, logró capturar sin proponérselo un rayo de luz solar que se filtraba entre la espesura de la selva. Esta imagen inesperada logró capturar lo que no percibimos, lo que habitualmente no somos capaces de ver y, aunque hubo azar, lograr esto fue producto también de la experiencia directa con el entorno y de un constante ejercicio de contemplación, de tal suerte que la imagen se nos presenta casi como una advertencia: para ver lo insospechado debemos adentrarnos y contemplar. Estas dos cualidades son las que, en palabras del artista, nos posibilitan “un ejercicio de imaginación sobre los límites de lo que puede llegar a ser percibido o comprendido”.