Sonnia Yepez

Son varias las religiones donde las velas se utilizan para diversos ritos o actos ceremoniales. En Colombia un país mayoritariamente católico, estamos familiarizados ‒así no se confiese la fe‒ con la práctica religiosa de encender una vela como ofrenda de petición o agradecimiento. Anteriormente se usaba la vela tradicional de parafina, con el tiempo fueron remplazadas por los lampadarios electrónicos, para evitar incendios en los recintos donde se dejan estas ofrendas. Acto de fe es un lampadario como el que nos podríamos encontrar en una iglesia, pero ha sido programado por la artista para que al ingresar la moneda y encender las velas, se origine un destello de luz casi enceguecedor, similar al de un flash fotográfico. Para la artista, este gesto nos invita a pensar en los deseos: qué anhelamos, qué queremos, a qué aspiramos. Si pensamos detenidamente podemos percatarnos que a veces nuestros deseos no son nuestros; en el mundo contemporáneo el poder ya no cohesiona sino que seduce.  Como lo recuerda el filósofo coreano Byung Chul-Han, nuestros deseos reproducen el entramado de dominación que se disfraza de libertad.