William Aparicio
Codificando microfilms
20 piezas, 33 x 38 cm c/u
fotografía
2013
De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación. Jorge Luis Borges
En nuestros días de hípervisualidad marcados por la pantalla, mi experiencia de usuario de la Biblioteca se completa desde su página de Internet. Recorro el archivo en línea y fotografío desde la pantalla los distintos libros y recursos. El aparato mismo es el objeto fotografiado de cuyo interior exhalan las imágenes, ya que utilizo el escáner como dispositivo de captura: sobre su superficie del cristal coloco la pantalla del computador y género el material fotográfico. El contacto de las dos máquinas es una metáfora de fricción de nuestro tiempo.
En la Biblioteca hice algunos videos del lector de Microfilm en funcionamiento ( ese archivo de documentos basado en el cambio de soporte), escogiendo momentos memorables de la historia del país en El Tiempo y El Espectador. Un material que narra los sucesos del 9 de abril de 1948 y sus consecuencias década tras década: una sola película almacena cincuenta años de historia. Las tiras de la memoria construidas día a día por los medio impresos se desvanecían en mi proceso en la biblioteca ante el gran archivo. En la máquina de microfilm, la mano tiene el poder de acelerar días, meses y años.