LOUTEK – MDE 

Paisajes de la bajas tecnologías en el arte actual

Al observar el panorama actual de interacción entre la creación artística y los medios tecnológicos es posible identificar dos vertientes que abordan la relación entre arte y tecnología, las cuales se distinguen como High Tech (altas tecnologías) y LowTech (bajas tecnologías). Estas se caracterizan por los acercamientos contrastantes que respectivamente realizan hacia las materialidades abordadas, ya sea en tanto recursos técnicos y estéticos, o como dispositivos discursivos y críticos. El High Tech utiliza tecnologías de punta y predomina en centros del desarrollo, sugiriendo oráculos del progreso que señalan hacia imaginarios futuros. El Low Tech experimenta con técnicas ancestrales, analógicas y mecánicas, se interesa por la creación de artefactos sonoros, re-apropia tecnologías obsoletas y modifica dispositivos digitales y sistemas de hardware. Así, las prácticas Low Tech buscan predecir el futuro mirando y reflexionando sobre el pasado.

LOUTEK es una investigación realizada por Casa Hoffmann, que reúne 32 artistas cuyas obras propician una conversación desde las bajas tecnologías. Las características contrastantes de las propuestas presentes en esta muestra enfatizan la amplia diversidad de acercamientos e intenciones que cohabitan al interior de esta corriente. Las Bajas Tecnologías suponen un intercambio de saberes que se nutren de múltiples mentalidades, con el propósito de discutir las problemáticas sociales, ambientales y filosóficas propias de las estructuras que en la actualidad rigen el uso del entorno natural, la innovación, la producción, el consumo, el desecho. De este modo, surgen preguntas sobre nuestra relación con las industrias tecnológicas y con prácticas como la implementación de la obsolescencia programada y la sobreexplotación del entorno natural.

Las obras de arte producidas bajo las lógicas de las bajas tecnologías suponen ensayos hacia una reformulación del universo tecnológico desde posiciones no hegemónicas. A partir de diversas posturas, geografías, contextos, perspectivas e ideologías se perfila la necesidad de revisar la idea de progreso. Asimismo, se valora su capacidad y voluntad de innovación a partir de tecnologías social y ambientalmente situadas. Esta multiplicidad de cuestionamientos y formas en las que la tecnología interviene en la humanidad se refleja en los diversos acercamientos creativos a las bajas tecnologías. Así pues, se han formulado cuatro categorías que reúnen estas diferentes miradas: tecnologías análogas y mecánicas, reciclaje tecnológico e industrial, tecnologías eléctricas y electrónicas básicas, y artefactos sonoros. 

En el contexto del arte en Colombia, se pueden identificar antecedentes disímiles que desde los años setenta han aportado a esta heterogeneidad conceptual, material, y plástica. Desde Casa Hoffmann se ha buscado rastrear los vínculos entre los artistas contemporáneos y aquellos de la modernidad e inicios de la contemporaneidad. Feliza Bursztyn podría definirse, en gran medida, como la precursora que dio paso a la experimentación Low Tech. Sus Histéricas (1967) son muestra de esto, mezclando lo mecánico, el reciclaje y el sonido. Asimismo, cabe recordar el trabajo que ha realizado Edelmira Boller, quien se dedicó a producir esculturas a partir de hierro y restos industriales, apropiándose así de los materiales que comenzaron a abundar en una Colombia volcada a la productividad. Por su parte, Gilles Charalambos con Distorsión Intermitencia Falsificación en esta información (1979) funge como pionero de la intervención de sistemas electrónicos para producir arte. A su vez, Jacqueline Nova y Gustavo Sorzano se posicionaron a la vanguardia de la experimentación sonora con Luz, Sonido y Movimiento (1969, en colaboración con Julia Acuña) y con Cajita de Música Momentum 18 y 19 (1971), respectivamente.

En esencia, LOUTEK reúne reformulaciones contemporáneas de estos presupuestos artísticos y da continuidad a las reflexiones sobre lo humano de la tecnología. Proponiendo un paisaje sonoro, lumínico y cinético, se distancia de la tendencia a la abstracción digital, y recupera voces y objetos del pasado que hoy, décadas después, siguen resonando y teniendo relevancia. Al revisar lo natural, lo ancestral, lo obsoleto, lo desechado y lo olvidado, los artistas que experimentan con las bajas tecnologías dilucidan nuevas formas de abordar el futuro, desde la revalorización, entendiéndolo como una extensión del pasado, ineludible, y cargado de saberes. 


Curaduría: Un proyecto de Casa Hoffmann en alianza con EAFIT.

Apertura: jueves 25 abril de 2024, 6:00 p.m.

Clausura: viernes 30 de agosto de 2024.

Lugar: Centro de Artes de la Universidad EAFIT

Dirección: Carrera 48 # 4 Sur -414, Entrada Vegas, Medellín, Antioquia.


Artistas: Diego Alzate, Ricardo Arias, Jorge Barco, Julia Bejarano, Mauricio Bejarano, Julián Bedox, Carlos Bonil, Camilo Cantor, Falon Cañón, Arcángel Constantini, Andrea Cárdenas, Carlos Castro, Alejo Duque, Gonzalo García, Miguel Kuan, Hamilton Mestizo, Juan Melo, Catalina Mora, Larry Muñoz, Andrés Felipe Ñáñez, Rocío Pardo, Colectivo Paramédicos, Daniel Reyes, Valentina Ruiz, Adriana Salazar, Fernando Sierra, Alba Triana, Camila Valencia y Javier Cruz, Leonel Vásquez, Carlos Verona, Alejandro Villegas.


Apoya: Universidad EAFIT, Parque Explora, Exploratorio de Medellín, Universidad de Chile, The Click Clack Hotels.