Rocío Pardo

Rocío Pardo es una artista interdisciplinar radicada en Bogotá. Es Licenciada en Artes plásticas y Visuales de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia con estudios en Física Pura. Cuenta con un Magíster en Artes Plásticas y Visuales de la Universidad Nacional de Colombia. Estudiar Física y Arte la llevó a explorar estas dos áreas del conocimiento como híbrido que dialoga a través de fenómenos físicos desde la producción de la imagen como artefacto poético. En su obra investiga y explora el cuerpo a través de la tecnología, como un campo de fuerzas en continua tensión e interacción, donde el cuerpo hace parte de la obra para determinar su funcionamiento y significado. Desarrolla su trabajo artístico en instalaciones interactivas y sonoras, que han sido expuestas en distintas muestras colectivas e individuales.

Máquina de Arcoíris en la oscuridad


Instalación
2020-2023
22,5 cm x 17,5 cm x 13,3 cm


Foto cortesía de la artista

La máquina repite el gesto de formación de los colores en un ciclo, pasando por el agua que contiene fluidos tensoactivos (glicerina y jabón ecológico), se eleva para formar una delgada capa de fluido con diferente tensión superficial, en donde la luz se proyecta a distinta longitud de onda, permanece un instante de tiempo hasta que desaparece, para luego sumergirse y volver a surgir. Así se presenta un fluir de color con la permanencia del agua, surgiendo con este ciclo la dualidad entre la luz y la oscuridad, donde la luz irradiada por los colores del arcoíris contrasta con la oscuridad y la ausencia de color sugerida por el negro, como una metáfora sobre la (im)posibilidad de ver ese instante alentador en momentos de desesperanza, tensión y fragilidad humana. De aquí que sea una capa frágil de fluido el que produce la iridiscencia.

E-moción


Instalación interactiva
2020-2023
35 cm x 28 cm x 28 cm


© Casa Hoffmann 2023

E-Moción viene de la palabra E (energía) y Moción (movimiento), es decir, energía en movimiento. La obra manifiesta la energía contenida en el corazón a través de ondas mecánicas, generando un espacio de meditación, escucha y encuentro de sí mismo. El agua es el medio de propagación de la onda, pero la materialidad propuesta es inmaterial, ya que las ondas no son materia, sino energía propagada a través del agua. Es decir, el agua no es lo que genera el movimiento, sino que es la energía del pulso cardíaco, captado por un sensor de ritmo cardíaco interactivo. La obra contiene cuarzo y plata, que conducen y amplifican la energía de los pulsos cardíacos, y nos recuerda que somos, en esencia, energía en movimiento, y que esta danza perpetua energética es el latido mismo de la vida.